La Maca (Lepidium meyenii) crece en la región de los Andes a una altura de aproximadamente 4.000 metros.  Por lo tanto, es una especie que posee características y propiedades  que le permiten sobrevivir en condiciones extremas de frío, poco oxígeno, fuertes vientos e intensa luz solar. La Maca pertenece a la familia de plantas crucíferas (brócoli, coliflor, repollo, rabanitos, etc.).

Su raíz crece como un tubérculo bajo tierra, de aspecto muy parecido a los nabos pero relativamente mayor en tamaño y es la raíz la parte mayormente utilizada para la elaboración de diferentes productos. Las hojas crecen a ras de suelo  y también produce una flor pequeña de cuatro pétalos y de color blanquecino.

Su consumo está asociado principalmente a la regulación hormonal y del sistema endocrino, favoreciendo el correcto funcionamiento de las glándulas, y por lo tanto, de las funciones vitales. Esto se traduce en una mayor vitalidad y energía.

Por otra parte, la maca está asociada a la mejora de la fertilidad tanto femenina como masculina, y es un poderoso aliado para las mujeres en los procesos de menopausia y síntomas premenstruales, por sus capacidades de regulación hormonal que indicábamos.

En resumen, aumenta la fuerza y la libido, la resistencia, el rendimiento deportivo y la sensación de bienestar general. La maca es un “adaptógeno”, ayuda a nuestro cuerpo a adaptarse a las situaciones de estrés y aumenta la capacidad del cuerpo para defenderse contra el debilitamiento físico y mental.

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